jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Está muerto el e-reader?


Desde hace ya algún tiempo venimos escuchando sobre la posible y probable desaparición del lector de tinta electrónica. Ya desde el inicio del reinado de las tabletas (ahora ligeramente amenazado por una estabilización en sus ventas) se empezó a especular con que estas “matarían” al ereader, y el fracaso de los dispositivos Nook y la retirada total del mercado de los ebooks de Sony han intensificado esa impresión.

Sin embargo, Kobo no opina lo mismo, presentando la semana pasada su flamante nuevo lector, incluso resistente al agua. Obviamente, eso no significa nada en sí mismo, salvo que la compañía sigue apostando por la tinta electrónica y cree que todavía tiene futuro, pero me ha llamado la atención una de las afirmaciones que hacen en su nota de prensa [traducción libre]: “Estamos sobre todo interesados en la gente que pone los libros en el centro de sus vidas, qué es lo que quieren ver a continuación, qué es lo que les apasiona”. Lo que me transmite esta frase es que ellos, como yo, piensan que los lectores “de intensidad” prefieren los ereaders a las tabletas y quieren ofrecerles mejores opciones. Y también que estos lectores están dispuestos a invertir en aparatos que mejoren su expriencia de lectura, no tanto que le permitan desarrollar otras actividades.

En cualquier caso, como concluyen en esta entrada en el blog de nimbooks, sea cual sea la tecnología que prevalezca los lectores no tenemos de qué preocuparnos, los libros electrónicos seguirán estando aquí y tenemos lectura digital para rato.

Precisamente a raíz de este artículo se desencadenó un pequeño debate en nuestra página de Google+ que, aunque no es ni mucho menos representativo, refleja los distintos hábitos de los lectores y cómo cada uno leemos a nuestra manera dependiendo de nuestro estilo de vida y preferencias lectoras. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, que cada uno lea cómo y dónde quiera, pero que lea.

4 comentarios:

  1. Nunca he leído en una tablet, pero a mí, que leo mucho, no creo que me gustase. Lo bueno del e-reader es que te ofrece una calidad para la vista casi como la de un libro, lo que después de 5 horas seguidas leyendo es muy de agradecer. Biquiños!

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    1. En eso coincidimos, Cris. Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.

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  2. Al e-reader lo resucito los veranos, ya que para leer al aire libre es más práctico. Para las noches de insomnio, la tableta resulta cómoda (se evita encender la luz). Si eres de fácil distracción, la tableta colabora demasiado en ello... Ambos soportes tienen pros y contras; en mi caso me dejo llevar por la comodidad de uno y otro, según el momento y el lugar, y sin olvidar el móvil que también me ofrece momentos de lectura :)
    ¡Abrazos!

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    1. ¡El tuyo es un fantástico ejemplo de lectora "todoterreno"! Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar, Mariana. Un beso.

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